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viernes, 8 de mayo de 2009

Ordenación Monseñor Slavy S.U.M Esc.713










S.U.M Esc.713, Primera presentacion luego de un largo receso

Ordenación y toma de posesión canónica de Mons. Slavy en la prelatura de Esquel (Argentina)



El viernes 8 de mayo, festividad de Nuestra Señora de Luján, patrona de la Argentina, ante una multitud de unas 3.000 personas, la mayor concentración popular de que se tiene memoria en la zona, once obispos, entre ellos el nuncio apostólico, y numerosos sacerdotes del país y del exterior, se llevó a cabo la ordenación episcopal de monseñor José Slaby, redentorista polaco de 51 años, primer obispo de la Prelatura de Esquel, y primer obispo polaco en la Argentina, quien en la misma celebración asumió la sede episcopal e inició su ministerio pastoral.

Por razones de espacio la celebración eucarística, que fue presidida por el nuncio apostólico, monseñor Adriano Bernardini, tuvo lugar en el Gimnasio Municipal de Esquel. Monseñor Bernardini actuó como consagrante principal y como co-consagrantes fueron: monseñor Virginio Domingo Bressanelli SCJ, obispo de Comodoro Rivadavia; monseñor Czeslaw Stanula, C.Ss.R., obispo de Itabuna (Brasil); monseñor Pedro Luis Ronchino SDB, obispo emérito de Comodoro Rivadavia; monseñor Antonio Juan Baseotto, C.Ss.R., obispo castrense emérito.

Concelebraron los obispos Marcelo Angiolo Melani SDB, obispo de Neuquén; José Lorenzo Sartori, emérito de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña; Fernando Carlos Maletti, de San Carlos de Bariloche; Ricardo Oscar Faifer, de Goya; Esteban María Laxague SDB, de Viedma; Juan Carlos Romanin de Rio Gallegos, y Juan Carlos Romanín SDB, de Río Gallegos.

También concelebraron 64 sacerdotes, entre ellos redentoristas del Brasil, Bolivia, Chile, Polonia y Estados Unidos; dos hermanos de sangre del obispo: el padre Matías Slaby, redentorista de Quilmes, y el padre Estanislao Slaby, de la Isla Santa Lucía (Estados Unidos); el padre Vicente Tirabasso SDB, inspector (provincial) de los salesianos de Bahia Blanca; el padre Marek Kotynski C.Ss.R., representante del Provincial de los redentoristas de Polonia; el padre Jerzy Twarog OFM, franciscano de Martín Coronado y rector de la Misión Católica Polaca; y sacerdotes polacos de distintos lugares de la Argentina.

Entre las autoridades civiles presentes estaba el director general de Culto Católico de la Nación, doctor Luis Saguier Fonrouge; el vicegobernador del Chubut, Mario Vargas, la ministra de Educación de la provincia, Mirta Romero; y los intendentes municipales de Esquel y de Trevelin. Según cálculos autorizados participaron en la celebración unas 3.000 personas, entre las cuales hubo muchos laicos de las comunidades redentoristas de San Pedro (Misiones) que hicieron casi 4.000 kilómetros; de San Vicente, Posadas, Resistencia y Quilmes.Su primer mensaje pastoral El nuevo obispo comenzó su homilía y primer mensaje pastoral con las palabras de San Pablo: “Gracia y paz a ustedes de parte de Dios, nuestro Padre y del Señor Jesucristo”, palabras que, según reveló, fueron las mismas que puso hace 25 años en el recuerdo de su primera misa para sus amigos y familiares, en su lejana Polonia, y también las que usó el 14 de marzo pasado cuando conoció que Benedicto XVI lo había elegido obispo de la Prelatura de Esquel. Tras una serie de agradecimientos y saludos, manifestó su deseo de recibir en su corazón a todos los habitantes de Esquel “pero especialmente a los enfermos y a los pobres, que son para mí la fuerza invisible , pero efectiva de la Iglesia”. Al saludar y agradecer “la presencia de las autoridades civiles, militares y a cuantos ejercen alguna responsabilidad pública”, se ofreció “con sincera voluntad”, para “trabajar juntos por un mundo más justo y solidario, donde se proteja a la familia, se garantice el derecho de los padres a la educación de los hijos, se respete la creación y la vida y donde seamos todos constructores de paz y amor verdadero”. Luego de saludar “muy cordialmente” a los “representantes de los distintos credos”, expresó su deseo de que “la búsqueda de la verdad nos ayude a reconocernos como hermanos e hijos del mismo Padre”. En la parte final de su mensaje, monseñor Slaby convocó “a todos los hombres y mujeres de nuestra grey, a dar una respuesta generosa a Dios. Ustedes son Iglesia en el mundo y mundo en la Iglesia. Mi ministerio consistirá en anunciar el Evangelio reuniendo a todos los hombres y mujeres en un solo rebaño, santificándolos, gobernándolos. “Para ello -señaló- necesitaré de la colaboración de los presbíteros, religiosos, religiosas y laicos. Quiero ser para ustedes ‘un buen pastor que conoce a sus ovejas’, que se preocupa por ellas, las que están y las que no están, las que se extraviaron, o las que nunca han entrado a este redil, porque también por ellos Cristo dio su vida, especialmente por los pobres y débiles, por los que no tienen hogar, por los desamparados, los niños, los jóvenes, los ancianos, por los obreros y campesinos, pero sobre todo, hermanos, con ustedes, como decía San Agustín, quiero ser buen cristiano. Monseñor Slaby concluyó con un mensaje a los miembros del pueblo originario: “Que el hermano Beato Ceferino nos ayude a todos ‘a ser útiles a nuestra gente’ de la querida Cordillera”, y terminó con una frase en mapuche: “Marí marí puchekef. Peñí Ceferino Kiimé mianaiñ peñí inchiñ lei maiza mu”.

Primeros nombramientos Después de la celebración se hizo un agasajo en la escuela 713, durante el cual se contó con la participación de un conjunto bailable de la colectividad polaca de Comodoro Rivadavia. Al otro día el nuevo obispo presidió la celebración eucarística en la catedral. Con él concelebraron los obispos Bressanelli, Sartori, Ronchino y Stanula. Durante la Misa fueron anunciados los primeros nombramientos para los oficios de la Curia prelaticia. Vicario general fue designado el presbítero Rodolfo Eduardo Costa Heredia, de 50 años, sacerdote de la arquidiócesis de Buenos Aires, quien se desempeña como como párroco de la Sagrada Familia en Esquel; y Secretario-canciller, el padre Andrés Koselak, redentorista.
Fuente informativa AICA - Fotos Juan José Núñez